Llega el estreno de una película de Clint Eastwood y vuelve un debate ideológico...otra vez. Aunque uno creía que esas discusiones, muchas veces cogidas por los pelos, eran cosa más bien del pasado El francotirador tiene todos los ingredientes para volver a ‘avivar el fuego’. Que uno no espere de la última película deClint Eastwood una reflexión profunda y analítica sobre la guerra de Irak. Es una película donde nadie oirá los nombres de Abu Ghraib o Donald Rumsfeld. Tampoco es el análisis psicológico sobre ese francotirador que tiene que decidir sobre si alguien muere o vive en milésimas de segunda. Quizá porque si nos adentraramos en ese terreno no encontrariamos mucho donde explorar. ¿Qué es El francotirador? Es una película partidista y unilateral que no pretende hablar del conflicto sino mostrarlo siempre desde una visión limpia y sin aristas. Algo que podría explicar sutremendo éxito comercial en Estados Unidos. En la película Eastwood se limita a explicar en breves retazos la vida del francotirador Chris Kyle (Bradley Cooper) únicamente explayándose en las secuencias de acción. Más allá de ahí asistimos a ataques de ira postbélicas, rostros llorosos deSienna Miller y bebés de plástico. En resumen, algunos aciertos (esas conversaciones telefónicas en mitad de la batalla) y otros (bastantes) retazos que tienen más brocha gorda que otra cosa. Y, en ese momento, es donde se agradece la presencia sobria e impertérrita de Bradley Cooper que huye de cualquier tipo de sensacionalismo. ¿Es El francotirador una película completamente prescindible? No. O, por lo menos, no del todo. El francotirador tiene un valor innegable que hace que la película requiera tu atención en casi todo momento. Es una película incomoda. Su falta de reflexión, su visión bélica unilateral, su mal entendido heroísmo, su tono deslavazado, esos minutos finales... contribuyen a crear una película agria que sirve para un perfecto y acalorado debate donde mezclar ideología y cine. Te puede gustar El francotirador asumiendo las barbaridades norteamericanas en Irak. Puedes rechazar El francotirador siendo un patriota norteamericano convencido de todo lo que hace los militares de tu país. Pero para llegar a esos dos estados tiene que haber habido una reflexión tras habar visto la película. Y aunque El francotirador haya logrado todo eso de forma involuntaria ya es un pequeño éxito.
▲: los debates que puede generar ▼ : que se quede en la superficie de lo que cuenta
Como espectáculo cinematográfico es indudable que estamos ante una de las mejor dirigidas e interpretadas del año. Ahora vamos a donde Eastwood no afina, que es en la parte antibélica del filme, desde las escenas del marine volviendo a casa hasta ese final que pretende ser la cruel moraleja de esta historia real, que es la misma historia de todos los veteranos de guerra
Eastwood compone otro Himno a los que Luchan, agradece a los soldados su sacrificio y muestra (con tacto y sin profundidades) las consecuencias de la barbarie a nivel individual y colectivo, íntimo y social. “El francotirador” está bien, sí, pero en cierto modo también parece una oportunidad perdida
Con un poco de voluntad, de hecho, y en un ejercicio de esquizofrenia pocas veces visto antes en el cine, 'El francotirador' se puede leer a la vez como un clamor contra la guerra y como una descerebrada exaltación del guerrero. Todo en uno
Ni tan panfletaria (epílogo aparte) ni anodina, EL FRANCOTIRADOR me parece sólida y con un trasfondo no tan complaciente
— Ricardo Aldarondo (@raldarondo) febrero 21, 2015
Aplausos pues para EL FRANCOTIRADOR, otro clásico retrato implacable y crepuscular de cowboys/soldados en la carrera de Clint Eastwood...
— Fausto Fernández (@faustianovich) febrero 20, 2015
Desde Gran Torino que no habia conctado con el cine de Mr. Eastwood. #ElFrancotirador tiene tension, nervio, ritmo y brillantemente filmada
— Jose Nieves Lavid (@nievesclaqueta) febrero 17, 2015
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