Cuando este año vimos comoPedro Almodóvarvolvía al terreno de la pura comedia conLos amantes pasajeros se hablaba de un regreso a los origenes. Esos mismos términos se han empleado con el estreno de Las brujas de Zugarramurdi, la nueva película de Álex de la Iglesia. Y aunque esto es algo exagerado si que es cierto que tras la extraña, compleja y desigual Balada triste de trompeta estas brujas parecen un respiro realizado sólo para el disfrute del espectador (y quizá el director). Con Las brujas de Zugarramurdi no hay trampa ni cartón ya que en su honestidad De la Iglesia nos muestra una pura comedia negra y disparatada. Es cierto que el sello del director ya estaba en Balada triste de trompeta, La chispa de la vida o Los crímenes de Oxford pero aquí se nos muestra de forma más directa y natural en una película de apariencia (física) aparatosa y espectacular pero de corazón humilde.
El recibimiento de Elysium, el nuevo proyecto de Neill Blomkamp, por parte del espectador español fue en general de cierta decepción. Curiosamente el nuevo proyecto del director sudafricano contenía elementos similares a su aclamada opera primaDistrict 9pero era obvio que los resultados eran muy diferentes. Dos proyectos diferentes y casi paralelos que contenían una poderosa crítica social (inmigración, sanidad pública, crítica a las multinacionales y empresas armamentísticas...) pero que mientras uno impactaba al espectador (District 9) otro lo dejaba más bien frio (Elysium). Su juego de parecidos y diferencias es tan interesante que por ello el programa 59 de Vivir Rodando trata sobre ese "doblete" de Neill Blomkamp que es District 9 / Elysium. El programa cuenta con la ayuda de la divulgadora científica Ángeles Gómez (@FeedbackCiencia) y la compañía musical de Alpha Blondyy David Bowie.
La desastrosa distribución en Españade Blue Valentine ha logrado que en un mismo año se estrenen dos películas de unos de los nuevos autores estadounidenses más interesantes, Derek Cianfrance. Llega a España Cruce de caminos donde el director ya va dejando pistas sobre su cine intento más allá del protagonismo de un Ryan Gosling que va como el anillo al dedo a las historias que propone. La película de Cianfrance recupera el gran drama americano donde la tragedia está llena de decisiones equivocadas, traumas mal resueltos y relaciones intempestuosas donde el sentido común es menos importante que la pasión. Cruce de caminos tiene una interesante pero arriesgada estructura argumental dedicando a los complementarios pero diferentes personajes de Ryan Gosling y Bradley Cooper una parte del film a cada uno. El acierto llega en la historia de Gosling desencadente del drama y con un aire de intensidad fatalista que hace que impregne todo el universo de Cruce de caminos. No en vano esté o no en pantalla el espíritu, recuerdo o imagen (esa foto de familia) del personaje motero de Luke (Ryan Gosling) sigue con nosotros en el transcurso de la película.
En la segunda y exitosa película (Take Shelter) el directorJeff Nicholsponía a un hombre ante el / los elementos. El personaje de Michael Shannon se enfrentaba no sólo a la posible llegada de un tornado en él que el sólo él creía sino además a su comunidad, familia y amigos. La historia de un hombre solo. Aunque con una temática distinta Jeff Nichols repite esto en Mud, su estupenda tercera película. La historia se centra en la relación de dos adolescentes (en especial uno, el que interpreta Tye Sheridan) con un fugitivo (Matthew McConaughey) escondido en una especie de islote del Mississippi. Si bien esta relación será la piedra angular del film, Jeff Nichols vuelve a moverse como pez en el agua reflejando la vida en pequeñas comunidades norteamericanas. Olvidando topicos de una América profunda, Mud se convierte en un estupendo fresco naturalista de cómo es una vida llamada a ser abandonada con el tiempo. Por ejemplo los pequeños trazos que aportan los secundarios padres de Tye Sheridan (Ray McKinnon y Sarah Paulson) le dan una riqueza especial a la película. Porque los elementos que rodean el núcleo fuerte (McConaughey y el aprendizaje de Sheridan) importan a Nichols.