
![]() |
© AnnaKareninaMovie |
Joe Wright se ha convertido en el adaptador “oficial” del reino. Al abordar obras tan importantes Orgullo y prejuicio (Jane Austen) o Expiación (Ian McEwan) el director británico podría correr el riesgo de minimizar el éxito de sus adaptaciones. Pero Wright no tiene ese problema ya que sus adaptaciones literarias al cine no suelen ser las más ortodoxas del mundo como lo es esta Anna Karenina. Tras la intensidad de un gran proyecto como fue Expiación y todo lo que eso conlleva (cosas más allá de la propia película como premios o promociones) Wright abordó una estupenda locura llamada Hanna que parecía alejarse de los cánones de su cine y que fue bastante maltratada por distribuidoras, público, crítica... Si en un principio el regreso de Joe Wright a las adaptaciones potentes podría parecer una especie de regreso a un cómodo manto esa sospecha se va de inmediato a los pocos minutos de ver Anna Karenina. Aunque el director británico respeta la esencia de la obra (su crítica social, su retrato de la pasión...) su principal meta es realizar de ella un gran espectáculo visual donde el escenario sea tan importante como las personas que lo habitan.
Anna Karenina no se desarrolla tanto en un teatro como en un circo de tres pistas. En la película el decorado se abre y se cierra para dar paso a un nuevo decorado y este a otro nuevo decorado...y así Anna Karenina se convierte en un apasionante juego de muñecas rusas que hacen que la película este siempre en movimiento. Es como si la película tuviera una mecanismo propio que es lo que le insufla vida. Al final la historia y las interpretaciones se retroalimentan con el escenario creando una aparatosa y hermosa película. Porque la película de Joe Wright es voluntariamente estética y artificiosa. Pero eso no la convierte en una película fría o incluso pretenciosa (dentro de lo negativo de ser pretencioso). Es simplemente un espectáculo donde el diseño de producción, el vestuario o la música juegan un papel tan importante como las letras de Tolstói. Es verdad que todo eso a veces puede parecer jugar en contra de los actores en especial en esa relación pasionalmente fría como la de Keira Knightley (más contenida que otras veces) y Aaron Taylor-Johnson. En realidad los actores se involucran tanto en el artificio creado por Wright que acaban cumpliendo su misión de ser un parte más (vital eso si) del decorado. El tren, un abanico o un espejo son vitales en la película para mostrar sentimientos o sensaciones de los personajes sin importarle a Joe Wright ser más esteta que nunca. Por eso Anna Karenina es un gran espectáculo que nadie debería perderse.
Lo mejor: su apabullante diseño de producción
Lo peor: que alguna vez su estética tape la pasión de los personajes
OPINIONES
No hay academicismo en Anna Karenina, ni afectación. Todo fluye con fuerza, temperamento y solidez cinematográfica. A un palmo de la obra maestra
• Mazurca para dos amantes (Carlos Reviriego| El Cultural)
Aunque es bien cierto que el engranaje formal, tan apabullante y manifiesto, sin miedo a mostrar sus costuras, corre el riesgo de eclipsar (o al menos amortiguar) la emoción del relato, la solución formal que propone Wright no responde al mero exhibicionismo. Recordemos que en el origen literario de Anna Karenina reside una brutal crítica a las hipocresías y apariencias de la aristocracia decadente de finales del XIX.
Todo es perfecto, sí, y a la vez artificial. El sentido del humor del texto no es contrapeso suficiente ante el cúmulo de circunstancias que confluyen en una falta de naturalidad que anestesia el drama. Greta Garbo emocionaba con el mismo traje sin mediar palabra. Keira Knightley, de nuevo en manos de Wright y de los productores de «Orgullo y prejuicio» y «Expiación», está irreprochable y sin embargo no alcanza una cota tan subjetiva como puede ser la emoción, no libera su pasión del corsé de un montaje milimétrico
"Anna Karenina" me flipó: Stoppard y Wright aplican rayos X a la novela hasta esencializarla. Parece una fantasmagoría o una instalación.
— Noel Ceballos (@NoelBurgundy) 15 de marzo de 2013
Segona recomanació.Anna Karenina. Exemple perfecte de com adaptar un clàssic sense sotmetre's als corsés visuals d'altres temps.#cinemablai
— Blai Morell (@BlaiMorell) 15 de marzo de 2013

-------------------
Anna Karenina
Anna Karenina
2012 Reino Unido 130 min.
Director : Joe Wright
Guión: Tom Stoppard
Intérpretes: Keira Knightley, Aaron Johnson, Jude Law, Domhnall Gleeson, Kelly Macdonald, Olivia Williams, Ruth Wilson, Matthew Macfadyen, Emily Watson
Premio Oscar al mejor diseño de vestuario (Jacqueline Durran)
Cines: (Alicante) Yelmo Cines 3D Puerta de Alicante, Aana San Juan, Cinebox Plaza Mar 2 3D
Guión: Tom Stoppard
Intérpretes: Keira Knightley, Aaron Johnson, Jude Law, Domhnall Gleeson, Kelly Macdonald, Olivia Williams, Ruth Wilson, Matthew Macfadyen, Emily Watson
Premio Oscar al mejor diseño de vestuario (Jacqueline Durran)
Cines: (Alicante) Yelmo Cines 3D Puerta de Alicante, Aana San Juan, Cinebox Plaza Mar 2 3D
0 comentarios:
Publicar un comentario